miércoles, 22 de agosto de 2007

Tras varios días de asueto...

Que bonito es Bergen.
Es muy curioso porque la ley básica y fundamental que parece regirse en este país es llevar la contraria al sentido común. Cosa que por otro lado me encanta, pero que a menudo resulta, como mínimo desconcertante.
Por un lado,lo que en España es barato aquí es caro. Hasta aquí todo normal, pero es que lo que en España es caro aquí es barato, por ejemplo, los kiwis, los aguacates, la vivienda... (estamos hablando siempre proporcional y comparativamente, tampoco os penseis que este es el paraiso de la fruta tropical).
Pero es que además después de pasearme por la calle más turística de Bergen, llamada Bryggen y más famosa que el tato (si quieres saber cómo es busca Bergen en imágenes del google y ahí la tienes, la de las casitas puntiagudas de colores) me quedé ligeramente decepcionada. Una calle, así de madera, más fea que en las mágnificas fotos que estás acostumbrada a ver y, sobretodo, llena hasta los topes de turistas comprandose gorros de lana y peluches de renos.
Sin embargo al día siguiente, partí gallarda en búsqueda del centro cultural de esta ciudad y me encontré con un hermoso barrio de pescadores, con estrechas calles adoquinadas, con las típicas casas de madera con fachadas escalonadas, coloreando el cielo gris. Vamos, una preciosidad (lástima de cable para las fotos). Y, lo mejor de todo, allí estabas a salvo de la gente y de los ruidos, sólo tú, caminando a la deriva en un entramado de calles silenciosas y vacías, respirando paz entre las húmedas paredes de piedra y musgo.
En fin, de lo mejorcito. Desde ese momento me enamoré de esta ciudad. El caso es que parece ser que los Noruegos muestran su cara más fea al público, les dan a los turistas los renos peludos y los gorros de lana que pican, y se reservan pequeños remansos de tranquilidad a tan sólo unos metros.
Y así parece que van las cosas. Se rien contigo en todos sitios: bancos, secretarías de las universidades, autobuses... los nórdicos definitivamente no son serios, simplemente es que nadie ha probado a contarles chistes. En general es una tierra introvertida, que sólo te enseña su mejor cara si se la buscas.
Ayer y hoy han sido dos días únicos en la historia de la ciudad. Ha salido el sol. Así que ha tocado hacer turismo.
Primero subimos con el funicular a Floyen (la o tiene un palito en medio pero yo no lo tengo en mi teclado). Es uno de los 7 montes que rodean la ciudad (que yo los cuento y me salen menos, pero ellos dicen que son siete y no vamos a ponernos a discutir) y tienes una vista de pájaro preciosa.
Ves el fiordo que parte a la ciudad en dos. Quedán así a un lado la famosisisma calle decepcionante Bryggen (tampoco está tan mal, eh! quejica que es una) y al otro lado mi barrio precioso, con el puerto y el acuarium. En el extremo del entrante nos encontramos, rey del fiordo, al eterno Fish Market, que como su propio nombre indica es una pescadería al aire libre. Cabe destacar que allí todos los trabajadores son italianos o españoles y que se vende salmón salvaje y carne de ballena.
Desde aquí, cruzando lo que sería el Passeig de Gracia de Bergen, con su centro comercial Galleriet, llegamos a la plaza de Olle Bull, fashion y elegante, y de ahí cruzando una plazoleta con un bucólico quiosco de música, nos encontramos ante el lago de la ciudad (porque aquí de construir fuentes nada, aquí al lago le ponen un par de chorros y arreando). Esta es la zona de la estación de autobuses y trenes, y de la biblioteca municipal (hermosa también, por cierto).
Y eso es lo que vimos desde Floyen, así muy resumidamente.
Hoy he estrenado mi nueva y temporal Universidad, que tiene un campus de edificios añejos (que no viejos) y camuflados en medio de la ciudad. Mi facultad tiene forma cuadrada y en el medio tiene un patio con una fuente que recuerda bastante a los claustros románicos. Vaya, como para inspirarte a meditar. La clase ya fue otro cantar. Una conferencia de un buen hombre, pero americano con lo cual mastica las palabras más que otra cosa. Poco le entendimos los pobres españoles, pero así y todo creemos que dijo cosas interesantes (sólo que no tenemos muy claro cuáles). Mañana volveremos a ver si ya nos vamos acostumbrando.
Pero es que hoy volvió a hacer sol. Y eso ya era demasiado, qué osadía. Así que después de ir a clase nos dirigimos ni cortos ni perezosos al "Fiordo del Lidl". Obviamente no ese su nombre, pero es mucho más fácil de aprender que el real, seguro. Está a 10 kilómetros andando desde la residencia y es precioso. El agua está fría, pero nada que no pueda soportarse y es curiosísimo porque a pesar de ser agua dulce (y me refiero a realmente dulce, casi azucarada) tiene un regusto salado muy curioso, por eso de que entra el mar y tal. Además el paseo para llegar allí merece la pena, las casas... o debería decir pedazodecasas, aparecen entre la vegetación como las setas.
Y así muy resumidamente es lo que se ahora de esta tierra que no sabía antes. En realidad se mucho más y muy interesante que no os voy a contar, os lo dejo ahí, para cuando vengais a conocer este pequeño mundo al revés donde lo caro es barato y lo secreto bonito.

1 comentario:

martarariqtevi dijo...

Sofía, no me queda otra opción ahoramismo que poner fecha para venir a tan deliciosa ciudad. Que detalles, que sencillo me parece todo ahora que tu la describes. Me gustaría estar allí en este mismo instante. De hecho cierro los ojos y me parece caminar por esas calles. Es curioso porque cuando paseo por allí no oigo nada, todo me parece tranquilo, hasta el eterno fish market (será porque lo leo en silencio, sera eso)... no sé pero se me aparecen casas tranquilas, con sus jardines tranquilos, sus calles silenciosas y su gente calmada y tranquila. Has conseguido adentrarme en ella y creer ver su cara bonita.
Llegará un día en el que inventaremos una web para recetas por ingredientes y tu publicaras este diario.
Me asombras Sofía, cuanto por contar aún.
Me gustará comprobar que todo lo que consigues grabar en mi imaginación está en realidad como lo cuentas.
Algun día! Que ganas de que llegue!
Nos vemos pronto, de momento tu sigue con tus historias, esperaré ansiosa tu siguiente relato.
que gran escritora por diosss...
(y no es q sea demasiao impresionable, que conste, es verdad.)
Por cierto he escrito un pequeño fragmento de una historia que estoy escribiendo en mi fotolog.
Ya lo veras y me dices que tal.

Te quiero Puxa!
1 peto gros gros.