viernes, 31 de agosto de 2007

Peer Gynt y la vida nocturna en Bergen

Si el otro día fui a un concierto de la Grieg Akademiet (gratis), ayer le tocó el turno a la Bergen Filharmoniske Orkester dirigida por el maestro Andrew Litton también por mi cara bonita, o más bien por ser un concierto de bienvenida a los nuevos estudiantes. Parece que se pelean por que nos culturicemos, cosa muy comprensible por otro lado, porque pa eso estamos.

El concierto era en el Grieg Hallen, un edificio horroroso, bueno, no tanto como la torre Agbar de Barcelona sino más bien tirando a una caja de zapatos, pero que por dentro está genial. Según entramos por la "B inngang" nos encontramos con todos los músicos, ahí mismo, que casi tenías que esquivar los contrabajos para entrar, lo cual de buenas a primeras causa un poquito de impresión porque primero crees que te has equivocado de puerta y luego que te van a hacer tocarte unos temitas o algo, en compensación por haberte invitado. Pero no, ni lo uno ni lo otro, lo que pasa es que no tienen escenario, el graderío acaba directamente en el suelo y ahí empieza el territorio de los artistas, el mismo que tu pisas para entrar, porque aquí lo de la igualdad lo tienen muy en cuenta, y por lo visto no sólo la de géneros.

En primera fila estaba el alcalde de Bergen. Se le reconoce facilmente porque lleva siempre al cuello un pedazo collar de oro con incrustaciones muy poco discreto. Me pregunto seriamente si también anda cargando con las llaves de la ciudad. De hecho he encontrado una foto suya en google para que podais apreciar a que tipo de abalorio me refiero. En realidad no me parece una mala técnica, porque, quitando que es un poco inútil y debe de ser bastante incómodo, con quitarte el collar ya practicamente vas de incógnito. Además, ¿Quién va a fijarse en tu programa electoral con semejante pingajo colgando del cuello?.
Bueno, el concierto empezó tras un breve discurso del alcalde en el que no hizo más que hacer bromas sobre la meteorología en Bergen (si ya os digo yo que aquí son muy risueños, el otro día una empleada del banco se estuvo riendo DE mi porque no encontraba mi cartera, que dices, señora un poquito de respeto que ya se que ustedes son gélidos y hay que aprovechar sus momentos de hilaridad, pero eso no le da permiso a reirse de mi caos personal... en fin serafín).
Ah, una breve acotación para mi primo: Pablo, tienes que conseguir entrar en esta orquesta. Tienen un saxofonista, que estoy segura que cobra de miedo, y el pobre no hace casi nada. De hecho él y los fagots son los únicos que tienen cabecero en la silla, así como con orejeras supongo que para evitar que se les caiga la cabeza cuando se duermen mientras los violines están ahí dándolo todo, que queda poco elegante.
A estas alturas estoy segura de que ya sabeis de qué compositor era una de las obras que tocaron. Exacto, tuve el placer de escuchar la suite de Peer Gynt de Edvuard Grieg en su ciudad natal y de descubrir que todos conocemos esa obra, porque la hemos oido miles de millones de veces, lo que pasa es que no la tenemos identificada (hablo en plural pero me refiero a mi, es por no sentirme tan tonta). En realidad me gustó mucho, y es muy buena experiencia ir a un concierto de música clásica, en serio. Si hace mucho que no vais a uno, id. Además aquí con esto de estás casi, casi al lado de los músicos, cuando se volvían medio locos ahí con el Allegro y se levantaban todos los arcos de los violines como si del cuadro de las lanzas se tratase, notabas en la cara el vientecillo que provocaban con sus enérgicos movimientos. Nada comparable a un CD, no señor.
Luego tocaron un par de obras para violín y orquesta de mi muy deprimido Chaikovski. Cada día creo más en serio en esa melancolía endémica del pueblo noruego que ahora se manifiesta en los abudantes darkies que habitan estas tierras, es más, casi estoy por asegurar que vivo en un país de emos (para más información veánse tribus urbanas, o si no http://es.wikipedia.org/wiki/Emo). Por cierto, el solista movía los dedos tan rápido y tenía unos zapatos tan relucientes... (no tienen nada que ver entre sí estos comentarios, pero las dos cosas me llamaron la atención casi por igual). Luego un cantante llamado William Hut estuvo untándonos los oidos con leche condesada un ratito...por dios, podía haberse quedado en casa, que cosa tan empalagosa, sonaba a Disney por todos lados. Y ya para acabar y enmendarlo, los alumnos de la Grieg Akademiet (que ya son como de mi familia de tantas veces que los estoy viendo) interpretaron una opereta de Strauss, muy simpaticotes ellos.
El caso es que me gustó muchísimo el concierto (tiendo a olvidar la intervención del cantante calvo y sus golpes de micro...que repelús) pero quiero hacer una advertencia a toda la población mundial: ¡¡ NO SE APLAUDE ENTRE MOVIMIENTOS!!. Se espera uno a que acabe la pieza. Es algo que todo el mundo debería saber y que yo agradezco mucho el día que mi tio me hizo un poquito más culta y me abrió las puertas a una nueva manía. Ahora me parece que queda fatal además de demostrar cierta incultura. Eso y clases de vida doméstica es lo que falta en los sistemas educativos, mecachis.
Luego por la noche salí por primera vez por Bergen nocturno. Lo cuento muy resumido que ya me he enrrollao bastante con tanto concierto. La cosa es que los jueves la entrada es gratuita para los estudiantes, así que se intenta aprovechar para no arruinarte, pero aún así el taxi de vuelta hasta la residencia cuesta más de 20 euros, que os voy a contar. Partimos de una base, aquí no hay regetón. Es algo lógico pero me sigue fascinando. De hecho ayer nos pasamos la noche en un bar que en la sala de abajo en vez de tener un Dj tenía a un pianista-cantante que cantaba, principalmente (excepto cuando nos dedicó la bamba...) rock cincuentero. El local muy bonito pero aquí la gente baila fatal. Qué poco ritmo, en serio, además tienen mucha tendencia a caerse en el momento en que mejor están bailando. A lo mejor es para celebrarlo, como los futbolistas. De hecho intenté enseñarles a unos noruegos a bailar la macarena (no intenteis darle sentido a mi comportamiento, la pusieron y era lo suyo) y telita...me estuve mi buen cuarto de hora diciendo "Rigth hand, left hand, right hand..." y ni con esas, pero aprecian tu interés y valoran mucho tu incipiente sentido del ritmo, porque además lo envuelven en un halo de hispanidad latina y al final poco más y te sientes como Jenifer López por saberte el aserejé.
Me lo pasé muy bien, es un día para repetir.

2 comentarios:

martarariqtevi dijo...

que gracia lo del baile nocturno, en particular me gustará ver como de pronto te conviertes en la diva latina y empiezas a enseñarlos a todos a mover el culo.
Ay! Soufi! ya tengo ganas de verte y q nos muestres fotos!
Por cierto ten cuidao con Disney que mola cantidá! si el tio canta pastelosamente alla él!
Bueno chikilla, nos vemos la semana q viene! si ves este comentario antes del lunes, mira el correo que te he escrito un email.

Tarken dijo...

ohhhhhh!!!!!!!!
wapa, que sabía que te habías heho esto pero no lo había leído nunca. Me ha molao mucho leerlo y saber que haces. Mi erasmus es algo distinto, no hay pianos sino techno y no vas a escuchar música clasica sino que te emborrachas. El simil quizás exagerao, no creo.

un besazo!!!!!